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martes, 3 de febrero de 2015

[110] Vivir es fácil, el pez está saltando


“Summertime”, de George Gershwin, por Sarah Vaughan (1957)




A Laura Escudero, Iris Rivera, Florencia Gattari,
Paula Bombara, Germán Machado y Mario Méndez.




Me cago en Dios.
(graffiti de Arthur Rimbaud en varios
bancos de plaza del pueblo de Charleville)



Se acabó la joda, basta de tatuajes, pestañeos y minifaldas.

Empiezo aquí una serie dedicada a grandes cantantes femeninas de jazz, titulada, muy creativamente, “Mujeres del jazz”. Como primera entrega, voy con Sarah Vaughan, una de mis favoritas cantantes del mundo, y “Summertime”, la canción de jazz más famosa y versionada del mundo.


“Summertime” significa, ponele, “tiempo de verano”, “clima veraniego”. Podría traducirse “verano” simplemente, pero sería inexacto, porque para eso le hubieran puesto “summer” a la canción y listo. La música fue compuesta por el gran George Gershwin (a quien ya presenté en el posteo 76, con la canción de poteito-potato), y la letra es una colaboración entre DuBose Heyward, Dorothy Heyward e Ira Gershwin, reunión que podríamos bautizar “El Infierno de la Ortografía”, o tal vez, “Gershwins y Heywards: deme dos de cada” (DuBose H. es el autor de la novela Porgy, que sirvió de inspiración para la ópera de Gershwin Porgy & Bess).

(Digresión: la tengo acá a mi hermana la tercera en el teléfono, y otra vez me está protestando por el título del posteo, dice que lo afané de una cosa medieval, el Castillo de Abelardo, pobre, quedó chapita mi hermana tercera, demasiados libros.)

Sarah nació el 27 de marzo (como un amigo mío) de 1924, y debe haber cantado “Summertime” todos los días de su vida, a partir de los diez años (antes no podía, porque no se había compuesto Porgy & Bess). Así que hay un buen puñado de grabaciones diversas de “Sassy” Vaughan entre las cuales elegir, y las versiones son bastante diferentes entre ellas. 

La más difundida es la de 1949, con la orquesta de Joe Lippman (va link abajo). Pero la que elegí es la de 1957, con la orquesta de Hal Mooney. Más adelante, en los sesentas y setentas, Sarah fue haciendo la canción más lenta, más “pesada” (ella también ganaba kilos), como para alardear sus capacidades vocales, pero claro, se pierde bastante el ritmo original y un poco la melodía también (pondré, si me queda energía, un link de esa época también).

En todo caso, Sarah tenía una gran, gran voz, y era una gran intérprete. Podía hacer agudos como María Callas, pero cuando bajaba la voz largaba unos graves que erizaban los pelos, y manejaba un vibrato que hacía sonrojar a los violonchelos. Vale la pena escucharla hasta en el feliz cumpleaños.

Y mucho más en “Summertime”, probablemente la canción de cuna más famosa del mundo, después del arrorró.

Si leen la letra, esta presenta una situación ideal, de clase alta. Una escena del sur de los Estados Unidos, onda El Gran Gatsby, con una pareja blanca vestida de ídem, tomando limonada (ella) y whisky (él) bien helados mientras se sientan a mirar el atardecer en la reposera de mimbre mientras reflexionan sobre lo pintorescos y simpáticos que son los negritos esos que lo apantallan, y ella se mira el esmalte de las uñas y él cuenta los billetes que ganará con la próxima cosecha de algodón, pues el precio está alto en el mercado de futuros.

Hace calor, pero el calor es agradable: todo es fácil, los peces saltan a la red, el algodón está listo para dar ganancias sin mayores esfuerzos. Y encima, tu papá es rico y tu mamá es linda. Así que no llores, nene: no seas aguafiestas. No tenés motivo para llorar, pues nada puede dañarte. No llores, dije.


Eso dice la letra. Pero resulta que esta canción no viene sola: viene con imágenes (es parte de una ópera). Y como en ciertos libros ilustrados (libros-álbum, me dijo mi hermana la tercera que hay que llamarlos, pero no le creo), la ilustración va por un camino diferente que las palabras, y cambia radicalmente su sentido. Y sucede que, cuando se canta esta canción de cuna, lo que vemos no es la escena high-class del Gran Gatsby, sino todo lo contrario: un suburbio turbio lleno de pobreza, violencia, alcohol barato, injusticia, cocaína, desamparo, mosquitos y un calor del orto que te derrite hasta la esperanza y solo te hace pensar una y otra vez, como Rimbaud: me cago en Dios.

Por lo tanto, la realidad contradice la letra. La vida no es fácil, el pez no está saltando. Pero el objetivo de la canción es que el bebé deje de llorar, así que se intenta tranquilizarlo cueste lo que cueste. La realidad es horrible, así que mejor la escondemos, así el bebé se tranquiliza y deja de llorar (onda la película “La vida es bella”, ponele). Ya tendrás tiempo de crecer y de extender tus alas, nenito; mientras tanto, quedate tranquilo (y callado, en lo posible).

Este tema me recuerda a las “Nanas de la cebolla”, de Miguel Hernández (ver posteo 71), donde también se le asignan alas al niño y se expresa la voluntad de que no sepa nada de lo que pasa ni lo que ocurre a su alrededor (en la España de la Guerra Civil salta todo menos los peces y el algodón se usa todo en vendas).

Uno podría pensar que es enternecedor, que los padres le oculten la realidad al hijo para protegerlo. Y lo es, no digo que no. También podría pensarse que es inútil, porque los niños no son tan tontos y crédulos como podrían parecer, y como bien dijo mi tío “les vamos transmitiendo nuestras frustraciones / con la leche templada y en cada canción”. Y la música de “Summertime” es hipnótica, casi alienígena, y al menos en mi opinión, inquietante. Es difícil escucharla y creer realmente que está todo bien y que tenemos acciones de un pool algodonero en la Bolsa.

La diferencia entre las “Nanas de la cebolla” y esta canción: Miguel le dice al niño que no crezca nunca, que no salga de la cuna; aquí en “Summertime” en cambio se acepta que en algún momento el bebé va a crecer (va a volar, como pájaro que es) y que entonces ya no estará a salvo; pero mientras tanto está junto a su papi y su mami, dentro de la “distancia de rescate”, es decir, la distancia desde la cual los padres creen que pueden salvar al hijo de cualquier accidente o cosa mala que los amenace.


Remito aquí a la novela corta Distancia de rescate, de Samanta Schweblin, que me contaron (yo no leo, me cansa) que es un muy buen libro y habla, creo, de esa distancia de rescate y de cómo es, más que nada, una ilusión, una auto-canción-de-cuna de los padres para creer que los hijos están a salvo, cuando la realidad es que no, que la cercanía extrema de papá y mamá no te exime de nada, y hasta uno podría postular que es en sí una fuente de peligros.

Como una amiga mía, entonces, recomiendo fervientemente lo que nunca leí: lean Distancia de rescate, con “Summertime” de fondo, y después me cuentan cómo les fue.

Tengo hasta ahí. Les dejo la letra y las versiones prometidas.

1957 (con la orquesta de Hal Mooney):


Summertime

Summertime,
And the livin' is easy
Fish are jumpin'
And the cotton is high

Oh, Your daddy's rich
And your mamma's good lookin'
So hush little baby
Don't you cry

One of these mornings
You're going to rise up singing
Then you'll spread your wings
And you'll take to the sky

But until that morning
There's a'nothing can harm you
With your daddy and mammy standing by

Summertime,
And the livin' is easy
Fish are jumpin'
And the cotton is high

Your daddy's rich
And your mamma's good lookin'
So hush little baby
Don't you cry

Tiempo de verano

Tiempo de verano
y la vida es fácil:
los peces saltan
y el algodón está alto.

Oh, tu papi es rico
y tu mami es bonita,
así que sh, bebito,
no llores.

Una de estas mañanas
vas a levantarte cantando,
extenderás tus alas
y te irás por el cielo.

Pero hasta esa mañana,
no hay nada que pueda dañarte
con tu papi y tu mami al lado.

Tiempo de verano
y la vida es fácil:
los peces saltan
y el algodón está alto.

Tu papi es rico
y tu mami es bonita,
así que sh, bebito,
no llores.



· Versión de “Sassy” de 1949, con la orquesta de Joe Lippman:
https://www.youtube.com/watch?v=BYsals4Z1gU


· Versión en vivo, en los setentas (con un redundante e intenso calor veraniego):
https://www.youtube.com/watch?v=C4QKCZW9GgE


Me despido hasta el martes próximo, pero quédense tranquilos que me quedo cerquita.


DJ Vago

2 comentarios:

  1. Impecable entrega DJ! Le comparto a Wakeman, esta vez sin Paton, para que no sea lo mismo que en FB. Abrazo! https://www.youtube.com/watch?v=WEn_Wbj5vzA

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  2. Me creo lo de DJ, pero no lo de Vago, eh.
    Te agradezco tantísimo la dedicatoria, Sebastián.
    Tan bella canción de cuna y tan bella interpretación enlazadas con un libro tan inquietante!! Gracias!!!

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