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miércoles, 4 de octubre de 2017

[193] La buena noticia es que el whisky funciona


“Just like honey”, de The Jesus And Mary Chain (1985)



Hoy termina la serie “Canciones de película”, con un poco conocido tema de un poco conocido grupo alternativo escocés de los años ochenta, The Jesus And Mary Chain (“la cadena de Jesús y María”), que parece nombre de grupo de rock religioso pero no lo es: simplemente es el nombre que eligieron, probablemente en una noche de borrachera, los hermanos William y Jim Reid para su banda friki. 

Aparentemente, el nombre de la banda proviene de una promo de una caja de cereales para el desayuno, cuyos compradores podían reclamar, por unos pocos pesos, que les enviaran por correo la cadenita.

“Just like honey” (“Igual que la miel”) es parte de su primer disco, Psychocandy, de 1985. La canción fue el mayor hit de la banda, pues llegó en los charts ingleses al impresionante puesto… 45. 

Bueno, no, no fue un éxito impresionante, la verdad. Pero la canción tiene un lánguido encanto, la letra tiene una lánguida melancolía semirromántica, y lo más importante (para esta serie del blog al menos): apareció en una película.

Apareció en más de una, incluso; pero aquí solamente reseñaremos la última y la más importante en que apareció: Lost in Translation (2003), un juego de palabras que podría haberse titulado en castellano Perdido en la traducción o Perdidos en viaje o algo así, pero los Traductores Mafiosos de Películas decidieron arruinar con Perdidos en Tokio. No coments.



En todo caso, es una gran película, que mi hermana la cuarta vio como quichicientas veces, dirigida por Sofía Coppola y protagonizada por Bob (Bill Murray) y por Charlotte (una jovencísima Scarlett Johannson (quien, increíblemente, protagonizó una semana este blog (posteo 109 (de enero de 2015 (en la serie “Estás tan fuerte que ni te escucho”))))).

No les voy a reseñar la película, porque me da fiaca: es más fácil que la vean ustedes, si es que no la vieron. Es una excelente película sobre el extrañamiento. También me da fiaca explicarles qué es el extrañamiento, pero cuando miren la peli se van a dar cuenta ustedes mismos.

Mis partes favoritas de la película son (extrañamente) las escenas en las que suena esta canción: escenas en las que Bill Murray, extranjero de paso por Tokio, viaja en auto desde o hacia el aeropuerto, y mientras tanto mira, extrañadamente, las ajenas luces de la ciudad a través de la ventanilla.

En ese grupo se incluye la escena final de la película, en la que suena la canción casi entera, y que adjunto aquí con la advertencia de que es un espoiler y no deberían verla si es que no vieron la película antes; en el minuto uno y pico comienza la canción, y en el minutos dos y pico empieza la secuencia de vistas de la ciudad de Tokio, con “Just like Honey” de fondo, un final de película que me parece de una gran genialidad:



Aun sin prestar atención a la letra, habrán notado que la canción tiene su ritmo pero es suavecita y lentona, con versos cortos en los que se destacan claramente algunas palabras (la primera, beehive (“panal” (que suena bastante parecido a behave (“comportarse, portarse bien”)))).

Como que a la letra no le pusieron una gran cuota de reflexión lingüística, los hermanitos Reid, pero podríamos decir, al escucharla, que:

- se cuenta una historia, aunque no es del todo claro de qué trata, hay que imaginar bastante;

- hay una muchacha y el cantor mantiene o mantuvo una relación amorosa con ella;

- en algún momento se separaron pero él la extraña, y le propone que vuelvan a estar juntos: aunque sea “lo más difícil que puedo hacer”, él está dispuesto a tragarse todo su resentimiento con tal de volver con ella, que en su recuerdo al menos es “igual que la miel” (fíjense que el cantor se parece un poco al de “Ne me quitte pas” (posteo 32), dispuesto a lo que sea con tal de que ella no lo deje o, en su defecto, lo acepte de nuevo).

Esto entendí yo al menos, pero podría estar equivocado. Lo que no me quita el sueño, como imaginarán: pocas cosas me lo quitan.

En todo caso: una linda canción, intrigante, melanco, sentimental, con una cualidad cuasi-hipnótica, que queda muy bien en el final de Lost in Translation y que seguirá sonando en mi Winco durante esta semana.

El clip, una oda al poco esfuerzo, muestra un fondo fijo con la palabra "candy"(el disco se llama "Psychocandy", recuerden), y a los integrantes de la banda, con su facha thecuresca y una languidez que me hace pensar que son parientes míos. Y unas muy pobres destrezas musicales, por cierto. El baterista, al menos, tiene de baterista lo que yo de Scarlett.



Just like honey

Listen to the girl
As she takes on half the world
Moving up and so alive
In her honey dripping beehive
Beehive
It's good, so good, it's so good
So good
Walking back to you
Is the hardest thing that
I can do
That I can do for you
For you
I'll be your plastic toy
I'll be your plastic toy
For you
Eating up the scum
Is the hardest thing for
Me to do
Just like honey
Just like honey
Igual que la miel

Presta atención a la muchacha
mientras se enfrenta a medio mundo
subiendo y tan viva
en su panal goteante de miel.
Panal.
Es bueno, tan bueno, es tan bueno.
Tan bueno.
Volver de regreso a ti
es lo más difícil
que puedo hacer.
Puedo hacer eso por ti.
Por ti.
Seré tu juguete plástico.
Seré tu juguete plástico.
Por ti.
Tragar la basura
es la cosa más difícil
que puedo hacer.
Igual que la miel.
Igual que la miel.

Y con esto termina la serie “Canciones de película”. La próxima semana, ponele, comenzará la última serie de la temporada (que será, probablemente, la última de este blog (que ya me tiene muy cansado (tanto emocional como físicamente (o tal vez es que me dio sueño nomás)))).

Mientras mira por la ventanilla se despide:

DJ Vago


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